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Milagro
sin santo
Con el resplandor temprano de la
Hoguera de cada mañana
El pan que todos los días amaso en casa
Adquiere su tono dorado como las plantas
Su verde lustroso conteniendo
Todos
los colores!
ü II
Los días son huellas
Del movimiento fandanguero
De la tierra con ese dejo
de vals
En su deambular
cósmico
Manojos de luces como velas
Engalanan la galaxia que acompaña
Ese juego de rondas!
ü III
Mi hija luce una holgada bata oliva
Bordada con plantas lejanas
Y un sol de cactus que ilumina
Su rostro
Por dentro lleva otro sol que ya
Tiene nombre de mar
Por lo que su barriga se exhibe
Hermosamente inflada
ü IV
El poeta, siempre
Raro espécimen cuya alma
Se deleita en el equilibrio
De esa cuerda entre
El niño y el viejo!
ü V
Qué bueno que la corriente del azar
Que anda por ahí de anónima nos halla
Atraído hasta hacer que nos encontráramos
Afortunados, tú y yo, porque luego
El caudal de la frecuencia
nos amistó
Buen rato, hace ya, medido en
Luengos años, que compartimos
Nuestras
vidas
Han encajado tan bien
Nuestras soledades!
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Contraste
La vida va acaeciendo tercamente
Desobedeciendo el universo de las
Especulaciones y los alardes de experticia
Planeadora con que nos pavoneamos
La vida va acaeciendo impetuosa
Y la cabeza queriendo direccionarla
Mas sin embargo sus itinerarios
Suelen por lo general no ser convergentes
Ramiro del Cristo Medina Pérez
Santiago de Tolú, agosto 16 – 2014
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Mientras unos escriben y escriben
Y publican, publican y publican
Exhibiendo un respetable ego
Yo apenas
Leo, leo y, no
dejo de leer…
Gozoso en soledad
Pobre de mí!
Que solo tengo por mercado
Mi propio yo re-creándose
En las re-creaciones de páginas maestras
Ramiro del Cristo Medina Pérez
Santiago de Tolú, agosto 2 – 2014